Me hace mucha ilusión cuando mis amigas me piden galletas para sus celebraciones más especiales. Esta vez era el bautizo de Kattalin, que aunque parezca la tipica frase hecha, parece que fue ayer cuando su madre todavía estaba embarazada. El otro día, sin ir más lejos, estuvimos recordando la guerra que dió durante el embarazo. Y ahora es una niña buenísima.
Aprovechando que todavía no pide , decidimos hacer unas galletas en tono pastel, rosa y blanco, y de varias formas distintas. La receta de la masa de las galletas, la de siempre y decoradas con glasa.
A todos les encantaron, no sabemos deciros cual de ellas gustó más.
Para las etiquetas utilizamos una silueta de un conejito ya que nos pareció que quedaba muy dulce, sí, sí y un poco ñoño, pero, que se le va a hacer.....
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